¿Por qué necesito tratar la amigdalitis?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas. Proviene de una variedad de causas: frío, pobre resistencia del cuerpo, falta de vitaminas. Cuando están inflamadas, las amígdalas pierden sus funciones naturales y, por lo tanto, ellas mismas se convierten en el punto focal de la infección, que eventualmente se propagará al cuerpo. Si a tiempo no comienza el tratamiento de las amígdalas, la enfermedad se volverá crónica.

Funciones de las amígdalas

El tejido de las amígdalas es poroso. En estos poros o tubulos hay microbios. Los microbios se dividen convencionalmente en inofensivos y patógenos. La función de las amígdalas es eliminar los microbios patógenos para que no entren en el tracto digestivo y el sistema respiratorio.

Con la inflamación frecuente, se sella el tejido de las amígdalas, se cierran algunos túbulos, en los cuales las bacterias patógenas se retrasaron y se destruyeron. Por lo tanto, los microbios patógenos, no encuentran en su camino los obstáculos que entran al cuerpo y comienzan su acción destructiva.

amigdalitis crónica

Las amígdalas están asociadas a importantes órganos internos. Su inflamación contribuye a la propagación de la infección y la interrupción de los sistemas:

  • - cardiovascular;
  • - excretor;
  • - digestivo;
  • - respiratoria;
  • - nervioso central.

Los científicos han demostrado que la amigdalitis frecuente resulta en personas más jóvenes con defectos cardíacos, arritmias e infartos de miocardio. En la amigdalitis crónica hay una intoxicación constante del cuerpo, lo que resulta en el desgaste de los vasos, incluidos los vasos del cerebro. Esto conduce a un aumento de la fatiga y frecuentes dolores de cabeza.

La amigdalitis crónica puede llevar al desarrollo de asma bronquial. El tratamiento oportuno de la amigdalitis reduce el número de complicaciones en enfermedades crónicas del sistema broncopulmonar varias veces.